Sunday, February 14, 2016

Tuesday, April 11, 2006

El encanto del faro

En el blog De Bohemia salió una foto de un faro que inspiró a mucha gente de decir cuánto les gusta un faro. Cito a algunos sin distinguir entre el uno y el otro: Me gustan los faros... son una guía entre la niebla, son una forma de conocer el rumbo... Los faros nos guían, nos iluminan en el camino, como los amigos, la familia, y aquellos que pasan por nuestras vidas que de alguna manera nos dejan algún mensaje... Siento debilidad por los faros, por su historia... Me producen algo así como melancolía... Me encantan los faros, me recuerdan a mi patria y al mar que tanto añoro. A mí siempre me han impresionado. No sé, será porque son tan grandes y están tan solos.

En mi familia se dijo que el padre de mi bisabuelo italiano era torrero de faro. Antes de descubrir mis parientes italianos en el sur de Italia ya era fascinado por faros, en Holanda y otros países. La foto de arriba viene de un libro sobre faros por la costa atlántica, de Escocia hasta el sur de España. Las fotos del libro son de Philip y Guillaume Plisson. Philip dedica el libro a su padre: À mon père, 'Merci de m'avoir ouvert les yeux sur la mer.'

Escribí lo de arriba ayer. Hoy veo que el número de comentarios al post de Bohemia ha llegado a los 61. Un comentarista se pregunta
quien cuida del faro? En un sitio de Internet encontré la siguiente respuesta:
'Aunque la mayoría de los faros están, hoy en día, deshabitados (esto se debe a que se controlan informáticamente desde otro lugar), en otro tiempo no muy lejano el farero o torrero vivía en ellos. Para ser farero había que pasar una difícil prueba, debían tener terminado el bachillerato superior y debía gustarles la naturaleza y la soledad (tened en cuenta lo inhóspito de los parajes en los que se encuentran, algunos de ellos de muy difícil acceso tanto por tierra como por mar, y no era raro que pudieran quedar incomunicados durante días). También hubo fareros que vivían con sus familias. Se dan algunos casos en los que el torrero era el maestro y la escuela para los niños estaba en el propio faro.'
En otro sitio de Internet leo que 'la legendaria y solitaria figura del torrero en permanente alerta, atendiendo día y noche todas las vicisitudes que el faro pudiera sufrir, tantas veces recreada en el cine y la literatura, ya sólo existe en nuestro imaginario. Hoy, todas estas instalaciones funcionan a través de sistemas automatizados que no requieren la presencia permanente de los fareros, de suerte que las dependencias para su alojamiento y el de sus familias se encuentran prácticamente deshabitadas.'
Sin embargo, el farero todavía existe como lo muestra el siguiente video que encontré en Internet:
EL FARERO. (9'16", noviembre de 2000).
En el Cabo de Peñas se levanta uno de los faros que se construyeron en las costas españolas a mediados del siglo XIX. Desde hace 13 años José Luis García es el torrero que está a cargo del cuidado y mantenimiento del faro de Cabo de Peñas, por lo que conoce muy bien los secretos de su funcionamiento.
Documental contenido en la serie: "Trabajos para el recuerdo"
posted by giovanni

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