Sunday, January 22, 2012

Mi padre en Noruega (2)

Otra foto de mi padre durante su viaje a Noruega y Suecia. Aquí se ve mejor que el tenía todavía un poco de pelo a los 22 años.

12 Comments:

Blogger andandos said...

Lo del pelo suele ser hereditario, mi padre tuvo pelo hasta su muerte, hace ya 18 años, y toda su familia también era de pelo abundante.

2:19 AM  
Anonymous Anonymous said...

me encantan las fotos antiguas. Lo inesperado nunca trae nada bueno, al menos para mí, las sorpresas que he recibido últimamente mejor no las hubiera recibido...

12:48 PM  
Blogger giovanni said...

Mi peluquero me dijo que el pelo del padre de tu madre determina lo que pasa... Entonces, según su teoría, La pregunta es cómo era el pelo de tu abuelo materno.

9:24 PM  
Blogger giovanni said...

Noic, qué lástima que lo inesperado siempre te trae malasuerte. Yo hubiera esperado que no sería así!

9:27 PM  
Blogger andandos said...

Por fotografías sé que tenía pelo abundante (fue fusilado durante la guerra civil, no lo conocí, claro).

Un abrazo

1:54 AM  
Blogger giovanni said...

José Luis, y tu madre ha contado historias sobre él, cómo vivía antes de la guerra civil, y cómo y por qué lo mataron?

Un abrazo

11:56 AM  
Blogger andandos said...

Mi madre sólo tenía un año cuando murió su padre, y mi abuela quedó traumatizada para siempre. Miedos irracionales, miedo a la oscuridad, ansiedad, miedo a quedarse sola... en fin, los efectos que tienen todas las guerras, y que, más atenuados, trasladó a mi madre. Mi abuelo murió fusilado por los miembros del comité del pueblo de al lado, pero alguien tuvo que delatarlo. El tema fue siempre tabú para mi abuela, no se podía hablar con ella ni de esto ni de la guerra, yo sé algunas cosas a través de otros familiares. No sé sabe dónde está enterrado, aunque se sospecha. Desde hace algún tiempo, tres o cuatro años, no mucho más, se ha abierto, en el Ministerio de Interior, archivos correspondientes a la guerra civil, y mi hermana creo que investigó algo. La verdad es que no sé mucho más.

Un abrazo

3:05 PM  
Blogger giovanni said...

Qué terrible y qué lástima! Me hace pensar a lo que ha pasado en la cooperativa agraria donde he vivido en Chile en 1973, donde asesinaron a cuatro de los cuarenta hombres, produciendo la sospecha de delación y la falta de confianza entre la gente que noté 20 años después cuando volví al lugar. Aunque sé un poco de la historia de la guerra civil en España, también por lo que me contó mi amigo chileno Alejandro, que, siendo español, ha vivido la guerra civil en Madrid y Valencia e igual tiene un familiar asesinado por... (lo iba a mencionar, pero en este momento no importa, y no quiero hablar de él sino de tí), entrar en la historia de una persona, en este caso tu abuelo materno, y ver o leer qué impacto esa muerte ha tenido en los hijos y, a veces, en los nietos, mi conocimiento no es lo que me mueve sino la compasión y la cercanía que siento con las personas afectadas por un tal asesinato. En España debe haber muchas personas traumatizadas.
Tu madre tampoco podía hablar sobre "el asunto"? No estás seguro que tu hermana lo investigó? Nadie de tu familia lo quiere investigar más profundamente, o por lo menos obtener testimonios de las historias de vida de tu abuelo materno?
Disculpe por preguntarte tanto. Si prefieres, me lo cuentas por correo, aunque pienso que varios de nuestros amigos bloggeros esperan que lo cuentes aquí. O me equivoco?

Un abrazo

4:06 AM  
Blogger andandos said...

Lo que sé lo sé más a través del hermano de mi abuelo y de sus hijos que a través de mi madre o abuela. Antes escribí que mi abuela trasladó a mi madre los efectos de la guerra "más atenuados". Creo que más atenuados los trasladó a nosotros, sus nietos, pero a mi madre le llegaron bastante vivos. El desequilibrio emocional, el trauma, les duró siempre. Ya he dicho que no se podía hablar de esto con ellas de manera sosegada nunca.
A mi abuelo lo fusilaron porque era simpatizante de los fascistas, y el pueblo donde vivían, donde yo nací también, aunque ya no vivo allí, quedó al principio en el bando republicano, y más tarde fue tomado por el bando fascista o franquista. La fosa en la que se supone que está enterrado contiene los restos de los simpatizantes de los fascistas muertos al principio de la guerra, pero también los de los muertos por enfrentamientos entre facciones opuestas dentro del bando republicano que ocurrieron a partir de mayo de 1937.
Sabemos bastante del carácter y de la vida de mi abuelo materno a través de su hermano, ya fallecido, y de sus hijos, que, durante toda su vida, hasta hoy mismo, consideran que mi abuela, mi madre, mi hermana y yo mismo, seguimos siendo, en cierta manera, responsabilidad suya, somos la familia del que murió. A lo largo de los años esta relación, que cuando yo era más joven no acababa de entender, ha sido, y es, muy fuerte.
Lo que no hay es una voluntad, por parte nuestra, y quizás tampoco de ellos, de la familia de mi abuelo, de remover este pasado. La fosa está a unos diez kilómetros de Binéfar, se llama Ventafarinas, y es conocida en la zona por eso, por los muertos que contiene.
Creo que investigaré más, buceando en los archivos del Ministerio.

Un abrazo

PD. He sacado la información de la página 197 del documento que está en la siguiente dirección, correspondiente a Tamarite de Litera.

http://www.memoriahistoricaaragon.es/documentos/Mapade%20fosas%20Aragon.pdf

9:46 AM  
Blogger giovanni said...

El mero hecho de ser simpatizante de los fascistas o franquistas no legitimita fusilar a alguien, si es que haya razones 'legítimas' para un fusilamiento. (Lo sé, respetar reglas de derechos civiles en situaciones de guerra es a veces difícil, pero… Y supongo que todavía es un asunto sensible, como ya he notado en conversaciones con españoles.)
Como reaccionaron las gentes del pueblo (los viejos y sus hijos y nietos) ante ti cuando sabían que eras nieto del hombre fusilado? O nunca te dijeron nada? Solo miradas… (Disculpe por hacerte tantas preguntas.)
Es interesante y útil ese trabajo de investigación de los autores del informe que mencionas. He echo un vistazo y quisiera citar de la introducción del informe (muy factual) lo siguiente:
‘¿Por qué un trabajo de investigación oral?
La pregunta que planteamos aquí tiene una respuesta extremadamente sencilla: porque ese es el único método de investigación que en lo referente a la localización de fosas ofrece unas mínimas garantías de obtener resultados razonables. En contra de la opinión más extendida entre los ciudadanos, es prácticamente imposible encontrar un solo ayuntamiento en el que se conserve algún tipo de documentación al respecto. Únicamente es factible localizar algún documento relacionado con las fosas de la Guerra Civil en las comunicaciones extendidas por algunos ayuntamientos aragoneses con motivo del traslado selectivo de restos humanos hacia el Valle de los Caídos a finales de la década de los cincuenta. Pero aún en esos casos no suelen localizar con exactitud el paradero concreto de las fosas, más allá de vagas indicaciones al respecto.
Por lo que respecta a otros archivos, en ninguna de las fuentes habitualmente más utilizadas en relación con nuestro conflicto civil aparece jamás la menor mención a la localización de las fosas. Ni los archivos militares, ni los de las prisiones provinciales, ni los del Tribunal de Responsabilidades Políticas ni otros igualmente importantes, resultan útiles para un trabajo de estas características. A través de esas fuentes, ampliamente consultadas en los últimos años por los miembros de nuestra Asociación, puede llegar a confirmarse el asesinato de algunas personas; incluso en casos concretos puede llegar a conocerse el término o la partida de terreno en la que perdieron la vida. Sin embargo, lo cierto es que ni una sola vez se ha podido localizar el punto exacto en el que se localiza una sepultura por medio de ese tipo de fuentes oficiales.
Respecto a otro tipo de fuentes escritas, apenas un puñado de autores describen verdaderamente en sus obras el lugar en el que se encuentran las tumbas, y cuando lo hacen, por lo general se trata de obras que hacen referencia a localidades concretas, lo cual es una gran ayuda para el estudio de ese municipio, pero su utilidad para el estudio global resulta sólo relativa. A fin de cuentas, se trata de un trabajo en el que hay que investigar, literalmente, cientos de pueblos.’

Un abrazo

3:04 AM  
Blogger andandos said...

Todavía es un asunto sensible, tienes razón. Poco a poco van desapareciendo símbolos de la guerra civil (nombres de calles, placas en las iglesias con el nombre de los muertos del bando franquista, estatuas de generales...), pero va despacio, hay muchas susceptibilidades.
Mi abuela quedó viuda con una hija de un año en 1936, si no me equivoco, y vivió en casa del hermano de su marido y su familia hasta que mi madre, veinte años después o más, se casó con mi padre y se fueron a vivir a otra casa. Se da la paradoja de que mi abuela, al terminar la guerra, se vio colocada en el bando de los vencedores, pero desde luego no sintió nunca que había ganado nada, más bien que lo había perdido. La misma situación en el bando contrario supuso, para muchas viudas con o sin hijos, ser represaliadas durante años. Ni mi abuela ni la familia sufrió eso.
Mi abuela era "la viuda" y mi madre "la huérfana". Nosotros, como nietos, todo esto lo veíamos cada vez más lejos, no nos inculcaron odio o rencor. La familia de mi padre era de signo contrario (mi abuelo paterno, músico, afirmaba totalmente en serio que era "libertario") pero no había colisión con la familia de mi madre.
Se hablaban cosas, se hacían suposiciones sobre quién delató o fusiló, o acompañó a los que lo hicieron, quienes estaban también señalados para morir esa noche y, por diversas circunstancias se salvaron... pero todo esto se hablaba con sobreentendidos y medias palabras. Durante años.
Hoy, cuando se ha levantado la niebla a mediodía, al ir hacia Lérida, me he desviado tres kilómetros de la autovía y me he acercado hasta cerca del pozo y la cruz de la que habla el informe, Ventafarinas. No he llegado hasta el mismo pozo, no tenía suficiente tiempo. En los últimos años creo que habré estado unas siete u ocho veces, una de ellas, al menos, con mi hijo, y tengo que volver con mi hija, también. Las otras, sólo o con mi mujer. Al estar mezclados los cadáveres de ambos bandos, creo que nadie ha tenido gran interés en abrir la fosa (creo que mi abuela siempre pensó que su marido estaba enterrado allí, aunque, que yo sepa, no fue nunca a Ventafarinas, ni mi madre tampoco, pero, en cierta manera, con los años, supieron, más o menos, lo que había pasado), ni tampoco en vallarla o levantar allí un monolito o algo similar, como hay en otros sitios. Siento pesar, pero no siento una emoción especial, es algo cada vez más lejos, que marcó, sobre todo, a mi abuela y a mi madre. Sí que pienso cuánto sufrió esa generación, la de mi abuela, en ambos bandos.
¿Qué sucede hoy? Algo inaudito. El juez Garzón está en el banquillo por, simplificando, querer abrir las fosas en las que están sepultados, sobre todo, los muertos del bando republicano, de los que, en muchos casos, sus familias no han sabido nada en todos estos años, salvo que, según siempre se ha dicho, "están allí". Las fosas con cadáveres del bando nacional o franquista han sido, en muchos casos, dignificadas, o trasladados sus restos, pero las fosas con cadáveres del bando republicano han seguido, en muchos casos, sin señalización de ningún tipo. Los interesados saben que sus muertos están allí. Este es un país bien extraño.

Un abrazo

11:45 AM  
Blogger giovanni said...

José Luis, tu relato es muy preciso. Describes las cosas de una manera que me gusta, tanto por su contenido (más que todo) como por su estilo (moderato, andante, cantabile... piano).
Me gusta tu última frase.
España no es el único país extraño en este mundo. Lo amo desde mi primera llegada en España, todavía en plena época franquista. Lo amo por su gente, por sus paisajes, por su música.
Ese sentir pesar, de que hablas, hace posible compartir emociones.

Un abrazo

11:26 PM  

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