Thursday, March 03, 2011

La Memoria

Me quedo un rato más en Argentina, donde Aafke hizo el dibujo del post anterior de gente bailando en el club de tango Sueño Porteño en Buenos Aires y adonde Alejandro llegó en barco el 8 de noviembre de 1959. Pero no sigo con su historia sino con la de María Irma Ferreira, una joven mujer que está en el libro “Ausencias” del fotógrafo Gustavo Germano. Partiendo de material fotográfico de álbumes familiares este libro muestra catorce casos de víctimas de la represión de la dictadura militar en Argentina (1976-1983). Me lo regaló María, quien nos alojó amistosamente en su casa en Buenos Aires junto con su compañero Marcos. María trabaja en el Archivo Nacional de la Memoria y su primer marido (padre de dos de sus hijos) está desaparecido.

En la primera foto se ve a María Irma Ferreira al lado de su hermana Susana una tarde de primavera de 1970. En la segunda foto se ve a Susana en el mismo lugar, en el año 2006. María Irma fue asesinada junto a su marido el 7 de enero de 1977 en Rosario. Ella tenía 22 años.

En la foto de abajo se ve a María, Marcos y yo durante el desayuno una mañana de verano de 2011.

7 Comments:

Blogger Isabel said...

Escalofriante.
Lo que te decía en mi blog, la de subtextos de vidas que nos ofreces y que producen tanto dolor.
Abrazos

10:17 AM  
Blogger giovanni said...

Sí, impacta. Me pregunto por qué impacta tanto? Tal vez porque la primera foto es tan de la vida cotidiana, y también porque se ve a una joven mujer, una muchacha, llena de vida y esperanza.

Una vez entrevisté a Orlando Letelier (ministro de defensa en el momento del golpe militar del 11 de septiembre 1973 en Chile) quien me dijo que uno de los momentos más difíciles para él era cuando a través de una pequeña ventana del vehículo militar en que le transportaban veía andar gente en la calle de Punta Arenas como si no pasara nada. En ese momento Orlando estuvo preso en un campo de concentración en la isla Dawson junto con otros prisioneros políticos del régimen militar chileno.

Abrazos

7:16 AM  
Blogger Elvira said...

¡Cuántas historias terribles! Sí que impacta, ya lo creo.

Un beso

10:24 AM  
Blogger Noite de luNa said...

La cara de Susana en la segunda foto refleja la tristeza y la madurez del tiempo transcurrido desde la primera foto.

La veo bellísima. Me gusta la expresión de la persona que ha sabido sobrevivir.

Un abrazo

5:19 AM  
Blogger giovanni said...

Elvira, desgraciadamente hay muchas historias terribles. Sólo de vez en cuando soy capaz de leerlas. Después de haber trabajado seis años en el comité de solidaridad con Chile (y otros países latinoamericanos que tenían dictaduras) a tiempo completo, busqué otro trabajo en que las historias terribles no se presenciaron cada día.

Un beso

5:53 AM  
Blogger giovanni said...

Aquí, en la cara de una persona se puede leer lo que esa persona ha vivido y sobrevivido. Creo que mirando una foto de una persona te 'apropias' o te identificas con algo de esa persona 'ajena'.

Un abrazo

5:59 AM  
Blogger andandos said...

Tú lo dices bien, Giovanni, historias terribles que seguro que todavía envenenan relaciones. No ha pasado tanto tiempo como desde la guerra civil de aquí.

Un abrazo

4:39 PM  

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