Sunday, May 18, 2008

La lucha de Clarice

Not a happy life... Pas une vie heureuse... Una vita infelice... pienso después de unas dos semanas bajo la luna de Clarice Lispector. La soledad, y la compañía de los cuentos e historias que escribe. El aburrimiento de Bern, Switzerland, Suiza, el país de los relojes precisos. El aburrimiento del circuito diplomático. Su madre que murió a los 42 años y su padre a los 55. El encerrarse en el diálogo interior.

Pero... pero tenía una vida intensa en que guardaba sus secretos, y sus emociones, y escribía, lo que quería. Leo en internet, Wikipedia, "Possessed of an enormous talent and a rare personality, she will have to suffer, fatally, the disadvantages of both, since she so amply enjoys their benefits," wrote Gilda de Souza e Mello. Es lo que estoy leyendo mientras escribo este post, por eso pensaba primero en inglés: "Not a happy life".

Clarice me arrastra al mundo interior, a las emociones fuertes. Ella rompe las fronteras de mi autocensura y después, cuando reina otra vez la calma y veo el resultado del huracán que tengo dentro me pregunto como ella ha producido ese efecto. Con solo un par de palabras conectadas en frases, casi dispersas, pero integradas y movidas por un sentimiento fuerte que ella sabe traspasar sin que me dé cuenta. E incluso cuando me dé cuenta, no capto completamente a lo que no dice Clarice, que es a veces más fuerte de lo que dice.

Los videos de Clarice me mostraron una mujer que mantiene distancia. Supuestamente se acerca a ti en sus escritos, pero no llegas a tenerla cerca. En la entrevista grabada poco antes de su muerte la cámara busca su mano izquierda, relajada completamente, como la pata de un gato. Me pregunto: es por voluntad o por fuerza? Una amiga me dijo: has visto su mirada de gato y pantera? Qué lucha llevaba Clarice?

En una entrevista Clarice dice que los jóvenes están completamente a su lado y que eso le da un susto (si la entendía bien) y es gratificante. Por qué el susto?

Bel dijo en su comentario al primer post que escribí sobre Clarice que sus novelas, "aparentemente tan íntimas, son un continuo cuestionamiento de cómo nos acercamos al otro."

Y Olvido me dijo en un comentario, citando a lo que Clarice dice en ‘Agua Viva’: “no quiero tener la terrible limitación de quien vive sólo de lo que puede tener un sentido. Yo no: lo que quiero es una verdad inventada.”

La foto arriba fue sacada hace un par de años a unos 20 metros de mi casa, en la misma temporada. Aquí siempre reina la calma.

11 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Todavía no he leído a Clarice Lispector, creo que voy a ir a buscar un libro suyo a la biblioteca. Me intriga demasiado todo lo que cuentas de ella.
Por qué tienes la capacidad de impulsarnos a hacer cosas? Me llama la atención.

1:12 AM  
Anonymous Anonymous said...

Yo no queria se änonymous, queria llamarme como me llamo "Ilusion"

1:14 AM  
Blogger giovanni said...

Y mi querida Ilusión, viste el comentario que escribí para ti en el post de 18 de abril:
Ilusión, tu comentario me llamó la atención por entrar en un tema que me fascina: el cambio constante y la repetición. Tú escribes: "dejamos un recuerdo en aquellos que nos quieran recordar" y yo he entrado "en contacto" con hasta mis bis-bis(tata) abuelos. Por un lado he entrado en contacto con ellos por intuición y fantasía viva y por otro, por investigaciones y coincidencias. Forma parte de la novela que he escrito y que ojalá algún día se publique.

1:28 AM  
Blogger Isabel Mercadé said...

Ya ves, Giovanni, tengo un ratito y me escapo para visitarte. Clarice, como Ingeborg Bachmann, se quedó dormida fumando. Las dos recurrían a potentes dosis de barbitúricos para dormir. Mientras Ingeborg murió en el incendio, Clarice salió con graves quemaduras en varias partes del cuerpo, entre ellas la mano izquierda. Nunca se recuperó de la pérdida de su belleza que, para ella, como la misma Clarice confiesa, era más importante que su talento. Tal vez la cámara estaba morbosamente buscando las cicatrices.
Me ha gustado mucho la entrada.
Un beso.

7:05 AM  
Blogger ZenyZero said...

Me acuerdo que hacía footing por un camino muy parecido a ese cerca de Rotterdam, en Rhoon, y me preguntaba cuánto tiempo puede uno soportar tanta calma cuando es la tormenta lo que nos somete los pensamientos. Quizá por eso elegí el alboroto de la ciudad, para encontrar un digno rival para la pugna por mi paz interior.
Ahora sé que estaba equivocado y recuerdo esos caminos con el ánimo de quien no quiere vivir solamente de lo que tiene sentido. Qué cierto.

Not a happy life, but I keep searching.

Chuff!!

3:53 PM  
Blogger Mariposa Azul said...

Quisiera ir a ese lugar donde aun reina la calma... donde esta??? me mudaria en este instante ahi... un abrazo sincero

7:37 PM  
Blogger giovanni said...

Zenyzero, los rivales están por todos lados y no vivir solamente de lo que tiene sentido cansa y entonces necesitas el refugio de... Rhoon... cuántos extranjeros y holandeses conocen Rhoon?! Sos un viajero del mundo (externo e interno). Me encantan tus visitas y te visito también aunque dejo mis rastros raras veces.

1:24 AM  
Blogger giovanni said...

Bel, Ingeborg Bachmann es otra mujer fascinante. Y también ha vivido en Italia. Y también era muy sensible (como nosotros). Y también murió bastante joven.

1:27 AM  
Blogger giovanni said...

Mariposa, a qué lugar piensas? Al lugar de la foto? Pero es en frente de mi casa. Bienvenida!

1:29 AM  
Blogger Clarice Baricco said...



Esta mujer nos toca profundamente. Me gustó saber tu sentir sobre ella.

10:04 AM  
Blogger giovanni said...

Clarice, me hiciste volver a ella y a los sentimientos que ella evoca.

9:36 AM  

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