Friday, March 10, 2006

Muy inteligente y un poco distante

Ayer estuve con mi tía, la del post Opciones (3). Ella tiene 82 años y vive sola. Su casa está un poco escondida, rodeada de arbustos salvajes, y cuando entras veas el interior todo oscuro. No le gusta la luz a mi tía. Tiene problemas de piel a causa de haber vivido muchos años en Irán, donde el sol ardía. Además, prefiere vivir de noche.

Hablábamos de nuestras vidas, bueno, esta vez era más bien ella quien me contaba historias de su juventud, de sus años en Irán y de la guerra. Nació en 1923, tenía 17 años cuando los alemanes ocuparon a Holanda.

La mostré la foto de ella conmigo cuando yo tenía dos años. 'Eras un chico muy alegre,' me dijo, 'eras como un solcito. Me acuerdo muy bien que tu mamá sacó esta foto. Yo saqué también una foto de ella, contigo, y saqué esa foto donde estás solo, al lado del cobertizo en el jardín, con tus manitos alrededor del palo que sustenta el techo.'

Después la mostré la foto de la joven mujer que puse en mi blog en el post del 1 de febrero. Al tiro ella me dijo: 'Es Marianne, la muchacha judía que estuvo viviendo con nosotros para cuidar a mis hermanos menores.' '¿Estás segura?' la pregunté, porque no podía creer que mi intuición de que posiblemente esa joven mujer era Marianne Levy-Davidsohn era verdad. 'Claro,' me dijo, 'no cabe la menor duda.'

Es extraño, nadie nunca me había hablado de la Marianne, encontré hace poco una carta de ella enviada a mi madre desde Berlín en 1937, y por pura intuición había sugerido que esa foto chiquita, que yo encontré sola en media de una página entera de un viejo álbum de familia, podría ser ella... Y ahora mi tía lo confirmó!

La pregunté si tuviera recuerdos de la Marianne. 'Era un poco distante,' me dijo, 'muy inteligente y... (ahora ella vaciló) también un poco calculadora. Supongo que esto tuviera que ver con su pasado, con el pasado de su familia. Creo que vinieron de Polonia y ahí no trataron muy bien a los judíos. Igual en Holanda, antes de la guerra, había un cierto rechazo a los judíos. Se solía decir que no se podía confiar a un judío, que era gente diferente. Marianne habló muy bien holandés pero tuvo un acento alemán.' '¿Sabes lo que le ha pasado en la guerra?' "No. Tendrá que haber pasado a la clandestinidad, supongo. No sé si ella haya sobrevivido... Ya cuando ella estuvo viviendo con nosotros mis padres dijeron que no teníamos que decir su nombre, porque era un nombre tan claramente judío.'

Mi tía ha vivido un tiempo en la casa de mi abuela, donde el hermano de mi padre hizo una vez un dibujo de ella, acostada sobre la cama de su habitación. El dibujo se puede ver arriba.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Una historia preciosa

3:15 PM  
Blogger Silvana Bocage said...

Sólo con mirar el dibujo veo una mujer maravillosa, alegre y con un gran interés por el conocimiento, verdad? Una gran mujer. Lo mio venia de otra cosa amigo, viene de esa gente que critica a los demás sin conocerlos, sabes? me saca de mi esa situación. Un abrazo.

1:07 PM  
Anonymous Anonymous said...

Es una historia preciosa y hoy especialmente emotiva.
La imagino llena de ternura, acariciando la cara a su sobrino, el hijo de su hermana...y cerrarás los ojos y por tu lado pasarán tantos y tantos recuerdos que es probable que se te escapen las lágrimas....
Diría tantas cosas de esos momentos del adios...
Mi dolor está aun muy vivo..pienso mucho en mi sobrina, en su pelo tan largo y rojo, era pelirroja y su cara llena de pecas y unos preciosos ojos verdes. He perdido en el 2007 a demasiadas personas demasiadas que duelen demasiado

Un beso
E.

1:50 AM  

Post a Comment

<< Home